Aclaraciones

Amigo David:

Tienes razón. En el comentario de ayer sobre las selecciones catalanas, con las prisas me olvidé de lo más importante. Claro que me gustaría que hubiese selecciones deportivas en Catalunya. Disfrutaría como un cosaco bebiendo vozka y lo digo bien claro para que no haya dudas y quede constancia. Si tenemos en cuenta que en todos los eventos deportivos internacionales la mayoría de los jóvenes que representan a España son catalanes, ¿qué hacen representando a un país que nos critica por todo, a pesar de estar discriminados fiscalmente y sin recibir ni la media de lo que reciben el resto de las comunidades para sus servicios básicos? Los catalanes deberíamos tener al menos esa ilusión, ya que nuestros jóvenes están hipotecados toda la vida, trabajando como verdaderos esclavos para mafias, bancos y cajas. Es algo que no había ocurrido en ninguna otra época de la historia y es muy deprimente.

En cuanto al idioma que utilizo, que también es oficial en Catalunya, es el que me impusieron a los seis años y el que domino mejor de los cinco que entiendo. Cuando me decidí a escribir libros, para disfrutar e intentar que las chicas jóvenes reaccionen ante el incierto futuro que les espera, intenté que los editara alguna editorial y ni se han dignado a leerlos, porque no era joven culto y educado, ni conocido, ni maricón, ni salía en televisión. Algunas editoriales me dijeron que sólo editaban en catalán y dediqué varios meses durante cuatro años a traducir los libros más pequeños y corregirlos, pero corrieron la misma suerte que los originales en castellano. Por lo que he decidido no perder nunca máis ni un minuto escribiendo en catalán. Para verificar que es cierto lo que digo, podéis ver los cuatro libros en mi Web; allí muertos de risa: Del somni a la realitat, Alice d’Anjou, La invasió de les gaseles y Després no seràs tu.

Si tú o quienes lean estos artículos quieren replicar o solicitarme temas, pueden hacerlo en el mismo blog sin recurrir al correo electrónico. Ya sabéis que me gusta escribir, aunque tenga que aprender mucho todavía.

Un abrazo.

CONSTANTE