Energía libre

Ayer hablé del cambio climático y sus consecuencias y hoy toca analizar por qué se produce dicho cambio. Se produce porque por encima de los estados existe un gobierno en la sombra formado por una élite de individuos que tienen su estructura de poder piramidal y corrupta, que controla casi todos los ámbitos de la sociedad y las instituciones más importantes: economía, gran banca, ciencia, medicina, industria farmacéutica, trafico de armas y drogas. Manipulan a los políticos que son verdaderos títeres en sus manos y no salen en los medios informativos, porque los controlan todos y nos engañan como a borregos.
El planeta está a punto de alcanzar los 7.000 millones de seres, de los cuales cerca de 2.000 millones lo están pasando verdaderamente mal; unos cuantos millones son la élite que lo domina todo, especialmente a los borreguillos, los más de 4.000 millones que trabajaron y trabajan sin descanso, se hipotecan para toda la vida, producen riqueza para los insaciables buitres carroñeros y no protestan nunca, porque son un rebaño demasiado grande para ponerse de acuerdo en algo determinado, por eso la élite hace lo que le apetece y disfruta al máximo de todos los placeres de la vida.
Desde hace un siglo, la escasez de energía es un grave problema para los estados y la élite se preocupó desde el principio de la revolución industrial de hacernos creer que ellos siempre tienen la fórmula para salvarnos. Pero cuando algún científico presenta un invento para obtener energía limpia, barata y libre, como la electromagnética, le compran la patente y hasta incluso le eliminan, como verdaderos mafiosos, para que no peligren sus negocios energéticos especulativos, basados en los combustibles fósiles contaminantes. Esa es la cuestión.
Si la NASA busca agua en la Luna o en Marte para construir allí una base, por si tienen que salir de aquí pitando ante un más que probable conflicto atómico masivo que acabaría con la vida del planeta, a ver si se enteran que el agua en la Tierra es inagotable y que si permitieran funcionar los motores con hidrógeno desde que halló la fórmula, el mundo aún podría ser un paraíso, tal como predican los ingenuos testigos de Jehová.
El problema radica en la ineptitud de los políticos intermediarios que se afanan a aparentar que nos quieren salvar la vida, cuando en realidad piensan tan sólo en su bienestar, porque de abogadillos, economistas baratos, psicólogos o simples administrativos, no podrían vivir tan bien. Y mientras tanto, ajo y agua para la mayoría silenciosa, es decir: a joderse y aguantarse.
Mañana más, con la misma tónica, porque es muy grave lo que está pasando y aún hay quien no lo cree.

CONSTANTE