Tengo deseos de hablaros de por qué se está produciendo el cambio climático, pero lo haré a pequeñas dosis para no aburrir.
Como consecuencia del efecto invernadero se está produciendo el calentamiento global que propicia y favorece el riesgo del cambio climático. Los científicos calculan que la temperatura se elevará este siglo en torno a los seis grados centígrados y el nivel del mar subirá cerca de un metro; aunque yo creo que no será tanto, porque ya se están tomando medidas correctoras. De todas formas, este grave problema es como una bola de nieve que ya no hay quien la detenga.
Los terremotos y los volcanes, que son asentamientos de las placas tectónicas y válvulas de escape de la Tierra, se pueden predecir y no prevenirlos ni detenerlos, porque son fenómenos naturales que ocurrieron a lo largo de la historia del planeta y seguirán produciéndose hasta que el Sol se apague definitivamente dentro de miles de millones de años.
La revolución industrial rompió el equilibrio que mantenía la naturaleza en nuestro pequeño mundo, pues hasta el siglo XIX, parece que la influencia de la civilización en la biosfera era relativamente pequeña, manteniendo total armonía entre todas las especies animales y vegetales. Pero con la combustión de hidrocarburos, llegó la contaminación de tierra, agua y aire, de forma alarmante en el último siglo.
La acumulación de billones de toneladas de partículas contaminantes como el CO2 y el CH4 en la parte más baja de la atmósfera no permite que el Sol brille con la misma intensidad que antes, perdiendo hasta un veinte por ciento de su luminosidad y el cielo azulado se volvió grisáceo y ya no deja ver ni la mitad de las estrellas que se veían hace tan sólo medio siglo. Esta barrera de partículas no permite la misma evaporación de agua y comienzan a escasear las lluvias, no porque la evaporación sea insuficiente. Lo que ocurre es que la sequía y los humanos provocamos incendios forestales con intereses ocultos que desertizan la tierra, con lo que no existe la humedad suficiente e imprescindible para que el vapor de agua se condense con normalidad y caiga de manera natural. En medio de las partículas contaminantes, la condensación de gotas se efectúa de manera anómala y provoca lluvias torrenciales que arrastran todo lo que encuentran a su paso en lugares donde no se necesita, como en los litorales marítimos o laderas de montañas. Por otra parte, este mismo vapor de agua contaminado, produce una reflexión sobre la tierra, que provoca asfixiantes temperaturas en verano y olas de frío en invierno, debido al efecto invernadero, algo para lo que no estamos preparados. Como las tecnologías avanzan, no siempre para bien, para solucionar el problema de la escasez de lluvias ya hace medio siglo que se pueden bombardear las nubes o colocar generadores con yoduro de plata en las cuencas de los ríos donde se necesite almacenar agua. Todo lo contrario de lo que hacen en algunas zonas de Levante, para que no llueva de forma torrencial y no les destruya las cosechas.
La población mundial se multiplicó por siete en el último siglo y medio y tal como van las cosas, vamos a tener muchos problemas en el futuro, mientras no dejemos de actuar como corderillos manipulados por los poderes fácticos que gobiernan el mundo desde la sombra y utilizan a los gobiernos estatales a su antojo, para apoderarse de todas las riquezas del planeta. Hablaremos de esto próximamente.
CONSTANTE
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