Independencia de Catalunya

Desde hace muchos años no veo los servicios informativos el día 22 de diciembre para no escuchar la misma cantinela de siempre ni a los encantados con la Lotería de Navidad; pero hoy es otro de esos días que tampoco me apetece verlos, para no ver misma parafernalia que se despliega desde la Transición: la ofrenda floral a Rafael Casanova.
Señores políticos de Catalunya, ¿no saben ustedes que la tradición de colocar coronas o ramos de flores a los muertos viene de muy antiguo, para contrarrestar el mal olor que producían, así como a las novias, que no se lavaban nunca y olían mal, por eso se inventó el abanico para dispersar el aire maloliente?
EL Conseller en Cap lleva muerto 295 años y ya no huele mal. Los que huelen mal son ustedes, que año tras año, desde la Transición, están arruinando a Catalunya. Nunca había estado tan endeudada ni había habido porcentualmente tantas familias en el umbral de la pobreza como ahora. Y esto no hay quien lo pare si vosotros no os quitáis del medio.
Aprovechando festividades como la de hoy, todos los grupos de impresentables están siempre tocando los nuevos a la sociedad, se ceban haciendo de vándalos y destrozándolo todo, porque no se les mete caña; pero además, hay otros grupos marginales que aprovechan la oportunidad para reivindicar la independencia de Cataluña. Yo también estoy a favor de la independencia, si la reivindica el pueblo, pero no los políticos que la han arruinado, debido a su ineptitud. Estuvieron apoyando a todos los gobiernos centrales a cambio del mayor déficit fiscal de todas las regiones industrializadas del mundo y encima nos critican en todo el Estado, como si les debiésemos algo.
La independencia será imposible, porque ya vivimos aquí más charnegos e inmigrantes que autóctonos y no tendremos más remedio que resignarnos.
Menos mal que hoy también se manifestó a favor de la misma un iluso microcéfalo que es presidente de una institución deportiva que se confunde con Catalunya y sueña despierto con la independencia. Gracias a él estamos salvados.

CONSTANTE