Orgasmos valencianos

Antiguamente, cuando la fornicación era una actividad normal en la vida de las personas y no se le daba tanta importancia, los hombres inventaron la luna de miel. ¿Por qué? Porque las mujeres en plena naturaleza menstruaban coincidiendo con la luna nueva y eran fértiles con la luna llena; no como hoy, que todo está alterado por tanta luminosidad y modernismo. En este período y tomando mucha miel, que es un producto muy favorable para la fertilidad, se comprendía que los hombres la practicaran para asegurarse que la mujer quedara embarazada inmediatamente y, por consiguiente, que el primogénito era hijo suyo.
¿A qué viene esto? Os preguntaréis. Pues viene a cuento porque una alta responsable de un importante partido, tiene duplicada su función en una comunidad autónoma y al frente de su partido, como si no tuviesen más gente preparada, cuando ella no es demasiado lúcida. En esta semana tenía que salir en la tele ejerciendo de voz de su amo; además tenía debate del estado de la comunidad y por si fuese poco, casarse, como mandan los cánones de la Santa Madre Iglesia.
Como guinda a la semanita, celebraron una espectacular cena en la plaza de toros de Valencia, para mostrar su apoyo al modelo de los trajes gratis, por haber sido archivado el caso Gürtel en la vertiente valenciana. Con tanta parafernalia y tanta orgía, más de uno y más de una habrá disfrutado un orgasmo, por no decir un orgasmo colectivo. A ver qué ocurre dentro de nueve meses, si el niño o niña se parece al padre o no.
Ya está bien señores peperos. Podéis poneros morados comiendo y comiéndole el coco a la mitad de los españoles tontos que os votan; pero no podréis engañar a los que estamos hartos de ver como salís en defensa de los ricos cuando se rumorea que les pueden subir los impuestos. Si estáis siempre con la patronal y ésta está loca porque ganéis las elecciones, es para desconfiar.
Por todo lo expuesto, no se puede decir que todos los políticos sean iguales, aunque la mayoría sean inútiles. Y yo que no quería hablar de los políticos, pero ellos se lo buscan, porque son peores que la peste bubónica o el suplicio chino.

CONSTANTE