PPatéticos

Se presentan dos chicas en la estación de ferrocarril de Sevilla y le piden billetes para Dos Hermanas al funcionario de la taquilla . Tras ellas se presenta un hombre con un niño de la mano y le pide billetes para un padre y un hijo. El hombre se lo queda mirando y le pregunta:
-Pero ¿a dónde va usted, señor?
-A usted que le importa, si ni siquiera se lo dije a mi mujer.
Este chascarrillo viene a cuento, porque hoy Dos Hermanas fue el centro del universo pepero, como lo era la Plaza de Oriente de Madrid hasta el 1 de octubre de 1975 para los adictos al régimen franquista.
Cuatrocientos autocares de toda España acercaron a esa bonita localidad andaluza a unas veinte mil personas para aclamar a su mesías y contrarrestar lo que les está cayendo con los casos de corrupción y la financiación ilegal del partido. Todos salieron de allí convencidísimos de que ellos son los más honrados y que tienen el derecho divino de gobernar el país, por la gracia de Dios, como su inolvidable y venerado caudillo.
No quieren saber, bajo ningún concepto, si el Gobierno actual hace alguna cosa bien, porque para ellos todo lo hace mal, mientras no les permitan mangonearlo todo y enriquecer más a los que ya están forrados.
Generalmente la izquierda intenta que todos tengamos derecho a la educación gratuita y la sanidad, entre otras muchas cosas, pasando hojas en los libros que nos deben orientar para ir mejorando la cultura y la sociedad; pero ellos sólo quieren pasar y contar hojas de un papel especial que lleva el número de quinientos euros impreso. Yo les encerraba a todos en un habitáculo lleno de billetes como único alimento hasta que reventaran. Quieren ser los más ricos del cementerio y como los trabajadores no tomen medidas enseguida, lo conseguirán a costa de lo que sea. Les importa un bledo los asuntos sociales y creen que el Sol sale exclusivamente para ellos. ¡Malditos sean! Me reiré un rato cuando ganen las elecciones y veamos lo que nos espera con ellos en el poder.

CONSTANTE