Hace dos o tres años los lumbreras de las distintas patronales decían que habría que dejar venir más inmigrantes, porque a ellos ya les iba bien, para no elevar los salarios, sino todo lo contrario. Parece mentira que no vieran venir el catacrac de la construcción, que es lo que empeoró la situación de la crisis económica en España, con respecto al resto del mundo y sobre todo de Europa.
Ahora nos encontramos con cerca de un millón de viviendas vacías y ya casi nadie puede adquirirlas con garantías suficientes, debido a sus salarios irrisorios y a la precariedad laboral y con el peligro de que se las tengan que quedar los bancos o cajas.
Hace unas décadas se compraban pisos a unos precios razonables y se liquidaban en unos cuantos años. Luego sus propietarios se gastaban en reformarlo más de lo que les habían costado, pero todos aquellos pisos, reformados o no, hoy necesitan rehabilitaciones urgentes si quieren pasar su correspondiente ITV, porque el 90% no cumplen ninguna normativa de las actuales.
Por eso ahora el Gobierno, ante la falta de iniciativas para salir de la crisis, prima la reconstrucción de viviendas para recuperar 350.000 empleos. Propone rebajas fiscales para rehabilitaciones y reformas, para lo que facilitará créditos de cientos de miles de euros a las pimes.
Si las cosas se hiciesen bien, se necesitarían más de 500.000 técnicos de la construcción, pero todo lo que se haga resultará prácticamente un fracaso como lo fue el Plan E, en el que se malgastaron miles de millones, se beneficiaron muy pocos trabajadores y el Estado se arruinó.
En el caso de las rehabilitaciones de las viviendas pasará lo mismo, porque la mayoría de sus propietarios no podrán hacer frente a tanto gasto, con tantos impuestos que revierten a los municipios y al Estado.
Señores del gobierno, deberían dedicarse a otra cosa, porque entre otras cosas, no tienen ni idea de lo que hay que hacer en el tema de la construcción. Se lo dice un inútil que lleva medio siglo en el sector y no se hizo rico, por tonto y por honrado, no como los que estáis en política para mandar, con vuestros suculentos sueldos y las inmejorables pensiones vitalicias que os quedan. ¡Qué cabrones!
CONSTANTE
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Conclusión:
ResponderEliminarSalir al campo a deshojar margaritas.
Una mani con cara seria al lado del Ayuntamiento de 5 minutos.
Una carta al Director señalando cortésmente que el vecino se ha quedado sin trabajo.
Esperar que el morito de turno te clave la navaja en los riñones con la cortesía de la alianza de civilizaciones.
Esperar que nos degüellen en una noche sin luna.
Asaltar los campos petrolíferos y bebernos el petróleo.
O pedir ayuda a los Yankis para que nos solucionen el "problemilla" con los moritos navajeros.