jueves, 11 de marzo de 2010

Psicoanalizando

Borjas, eres un crack. No haces más que enviarme artículos interesantísimos, que yo no podría mejorar en la vida. De todas formas, acerca del psicoanálisis te diré lo que pienso.
Yo necesité una tía abuela para que ayudase a mi madre en el momento de mi nacimiento, necesité maestros que me enseñaran lo poco que sé, necesité médico sólo en dos ocasiones en toda mi vida, necesité un sacerdote que me casó, porque en aquella época no había otra alternativa, necesité una mujer para que me diera tres hijas maravillosas, nunca necesité abogados y necesitaré un empleado del horno crematorio el día que mi vida llegue a su fin; pero nunca necesité un psicólogo ni un psiquiatra, porque nunca estuve depresivo ni tuve enfermedades psicosomáticas.
Yo, que entiendo algo de parapsicología, no podría escribir ni diez páginas sobre psicología y mucho menos sobre psiquiatría. Ya sabemos que en cada faceta profesional existen eminencias y otras que no lo son tanto. Por ejemplo: el que diga que Antonio Gaudí no fue un genio de la arquitectura, que Leonardo da Vinci no fue genial, que Stefhen Hawking no es una eminencia en el tema de astronomía, etc., es que les envidian, sin lugar a dudas. También existieron otros científicos considerados genios por todo el mundo, aunque no lo fueran tanto, porque fueron unos personajes egocéntricos a los que se les ha catapultado a la fama y a ver quien es el chulo que se atreve a criticarles. Digamos, por ejemplo: Ortega y Gasset, que fue un filósofo de los que no se sabía si subía o bajada y no hizo más que criticar a otros colegas; el promotor del peligro atómico, Einstein, que nos complicó la vida con sus descubrimientos o el que es objeto del artículo que has recopilado y adjunto a continuación, Sigmund Freud, con el que no estoy en absoluto de acuerdo.
A pesar de ser un pobre desgraciado, puedo jactarme de conocer a las mujeres mejor que a mi mismo, porque las respeto tanto, que todas las que conozco confían en mí plenamente y se me confiesan a corazón abierto. Por lo que sé que las teorías de Freud son paparruchas insostenibles; pero como yo no pude ni pisar la universidad no tengo derecho a opinar de lo que no entiendo, según los doctos que saben de todo.
En cuanto al psicoanálisis hay que ser muy corto, tonto de remate o retrasado mental para ir al psicoanalista a hablar de uno mismo, mientras el psiquiatra piensa con qué prostituta se gastará la pasta que los imbéciles le pagan. Lo curioso del caso es que a ellos no les interesa curar a nadie para seguir chupando del bote.
¿Cómo puede haber tantos espabilados en este país y tantos ingenuos que se dejan engañar? Ya sé que hay otros países en los aún son más tontos que nosotros, pero a mí sólo me interesa España. ¿Está claro?

CONSTANTE

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