Día de la Constitución

Jordi Solé Tura nació en el pueblo que me acogió como inmigrante en los años 60. Era el molletense ilustre al que más admiro, por pertenecer a una familia humilde y llegar a ser un político tan apreciado por todo el mundo. Mi más sentido pésame a su familia y amistades, especialmente a Montse.
Siento muchísimo que ya no haya podido estar hoy en la celebración del XXXI aniversario de la Constitución, como los otros considerados padres de la misma. También lamento que no hayan estado presentes varios presidentes autonómicos del Partido Socialista y la totalidad del Partido Popular, demostrando lo poco que les importa lo que no sea dinero o el poder. No entiendo cómo pueden erigirse en defensores y guardianes de la Constitución en connivencia con el Tribunal Constitucional, que dedica más de tres años a deliberar cómo joder a Catalunya. ¿Sabrán lo que es vergüenza?
Aún recuerdo cuando fui ilusionado a votar la Constitución, pensando que España podría mejorar en todos los sentidos. Y sí que mejoró, sí, pero para los mismos ricos de siempre.
La Constitución era imprescindible para hacer borrón y cuenta nueva después de cuarenta años de dictadura, pero nos sirvió para bien poco a los pobres. Porque si ella consagra el derecho de todos los españoles a una vivienda digna; han pasado tres décadas y aún hay cientos de miles de familias jóvenes que no pueden conseguirla si no se hipotecan para toda la vida. Tampoco ganan lo suficiente para pagar alquileres astronómicos, habiendo cerca de un millón de viviendas vacías en todo el país. ¿Es esta la democracia, donde los jóvenes catalanes no pueden ni tener hijos, ni trabajo para todos ni vivienda? Es muy fuerte lo que está pasando aquí y nadie reacciona enérgicamente.
Otro artículo de la Constitución contempla el derecho al trabajo y desde entonces, hubo siempre más de millón y medio de parados, sin contar los exagerados repuntes en tiempos de crisis.
Constitución sí, pero ¿para qué? Propició las autonomías y la multiplicación por diez de los políticos inútiles. Antes, cuando se recibían subvenciones multimillonarias de la UE había dinero hasta para que los políticos robaran todo lo que quisieran. ¿Y ahora qué hacemos los catalanes que estamos en la ruina? ¿Hundirnos cada vez más en la miseria, gracias al vergonzoso déficit fiscal que sufrimos y nos empobrece cada día que pasa?
Con la Constitución y el Estado de las Autonomías, han mejorado sustancialmente las regiones consideradas pobres, se han beneficiado muchísimo Navarra y Euskadi, gracias a sus fueros especiales, a pesar de la lacra de ETA, y sólo Catalunya resultó gravemente perjudicada.
Por eso solicito una vez más, que se reforme la Constitución para que podamos decidir en libertad ser económicamente independientes, formando parte de España y de Europa, por supuesto. Por favor, a ver si dejamos de ser sadomasoquistas, que ya está bien de que nos tomen por tontos y encima nos critiquen y desprecien en el resto de España.

CONSTANTE