Ayer se manifestaron 1.500 militares en Madrid a cara descubierta, para reclamar el derecho a opinar en público, bajo el lema Dignidad y derechos. Reclamaban libertad para opinar y participar en el proceso de negociación de leyes que le afectan como la de Carrera Militar.
Cuando Isabel y Fernando unificaron los reinos de la península que les fue posible, crearon un ejército temible en todo el mundo, aunque en alguna ocasión hayan perdido batallas al no poder luchar contra los elementos, según dijeron.
Después de la Decadencia y la pérdida de las últimas colonias sólo se hizo fuerte en África, cuyas consecuencias aún estamos sufriendo hoy en día.
Terminada la Guerra Civil había en España en torno al millón de hombres en el ejército. Al principio de la Democracia era el país de Europa y posiblemente del mundo que tenía más generales y altos mandos criando panzas, cuando ahora hay la décima parte.
Pocos años después, en plena libertad, los jóvenes comenzaron a manifestarse, haciéndose objetores de conciencia o insumisos, siendo castigados con cárcel muchos de ellos. La lucha continuó hasta que Aznar, pensando que ganaría muchos votos para su partido, sucumbió y creó el ejército profesional.
No sé cuál de los dos es más eficaz y más económico; pero tal como van las cosas, no tardará en convertirse en una casa de putas y parecerá el ejército de Pancho Villa. Si incluso los religiosos eran débiles con la carne, imaginaos en un ejército mixto, donde la mayoría de la tropa no está allí por tradición, como en el caso de la Guardia Civil, sino por un salario similar o tal vez superior al de muchos puestos de trabajo precarios; a cambio de hacer mayoritariamente servicios de guardia, de limpieza, de cocina, el cuidado de las armas y materiales o aprender a desfilar y el manejo de armas.
Si el ejército es el garante de la unidad del país y está para defendernos de posibles ataques externos, como nuestros jóvenes saben que eso no ocurrirá, se hacen militares y a vivir que son dos días. Lo que ocurre es que cuando uno es joven puede hacer de todo y hasta correr si hace falta, pero después de la media centuria uno ya no está uno para muchos trotes y entonces el ejército se desprende de los soldaditos como si ya no sirvieran para nada. Pero eso también ocurre en otros trabajos más normales y ¡No pasa nada!
No está bien que se les considere ciudadanos de tercera, pero no se puede concebir un ejército sin disciplina, sin disciplina, sin discipliiiiina. Si se está en ejército es para obedecer órdenes y no para hacer uno lo que le dé la gana, como en el caso de la mayoría de los funcionarios que no dan palo al agua, sobre todo los enchufados.
Así las cosas, si antes los niños no querían hacer la mili, porque lo consideraban una pérdida de tiempo y ahora que pierden el tiempo sin estudiar, porque le obligan, y la hacen buscando en ella un modus vivendi, quieren desmadrarse para hacer lo que les plazca, mejor sería crear un ejército de voluntarios y seguramente saldría mucho más económico y eficiente.
CONSTANTE
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Este tema es delicado veleidoso, escultórico, curioso, aleatorio, pringoso, espinoso.
ResponderEliminarEste tema viene grande para una miniministra de delicado olfato que núnca ha olfateado un barracon de tropa sudorosa y harta de bromuro.
Su jefe tampoco hizo la mili real.
Donce van semejantes ejemplos de mandar sobre lo que desconocen.
En fin, no pasa nada, el sistema puede con "to".