Poloniasco

Cuando llego de trabajar cada jueves, mi familia está viendo el programa “Polonia” en TV3, es decir: la televisión pública de Catalunya. La que más recauda con las subvenciones de la Generalitat y por publicidad, en comparación con el resto de las cadenas autonómicas del Estado. Pero eso no me importa, si los telespectadores son tontos y se creen la publicidad engañosa.
Lo que me pone histérico es que el President permita que le presenten como un retrasado mental en el programa, aunque otros personajes se lo merezcan. Esto es intolerable. Luego queremos que nos respeten en el resto de la España catalanofóbica.
Sé que Montilla es President por ser en su día el líder del partido más votado y no porque sea el más adecuado para el cargo; pero así funciona la imperfecta Democracia, mal que les pese a los nacionalistas y la burguesía, que se creían que Catalunya era su cortijo privado, lo mismo que pensaba al PNV en Euskadi.
Yo que domino varios idiomas a distintos niveles y soy uno de los funcionarios más antiguos de la Generalitat, soy el menos indicado para criticar el catalán del President, porque a la hora de expresarme no lo domino como me gustaría, por falta de costumbre y porque nadie me habla catalán, aunque lo entiendo tan bien como el castellano, lo leo y lo escribo mejor que muchos catalanes con estudios, pero reconozco que Montilla hace un gran esfuerzo para hablarlo correctamente y debemos reconocérselo; es algo que yo no haría, teniendo otro idioma oficial que lo entienden más 500 millones de personas en todo el mundo. Lo importante de un político es solucionar los problemas de los ciudadanos y en este caso seguir pagando las deudas ocultas del gobierno anterior.
Tampoco se puede tolerar que el ex president que parecía vitalicio, fuese tratado con todos los respetos por todo el mundo, excepto por los que le decían: “Pujol, enano, habla castellano” y fue tratado siempre de Molt Honorable President y que ahora, porque el que ostenta el cargo no sea catalán de nacimiento, se le trate como a un imbécil, cuando todos merecemos el máximo respeto; tanto o más que el lumbreras que dirige el programa, cuya cara refleja que es una persona bastante mediocre en todos los sentidos, especialmente como profesional de televisión. Yo no le veo la gracia ni la superinteligencia por ninguna parte; pero ha sido bien enchufado por Conveniencia y ahora toca soportarle, como a muchos otros que van de cracks sin serlo. Habría que limitarle la libertad de ofender cínicamente sino queremos que el pueblo se tome la libertad a la bartola y se crea que todo el campo es orégano; lo que nos conduciría al libertinaje total. ¿Está claro, Toni Solete y Montilla?
También me fastidia que haya tantos tarugos en el programa y tan pocas mujeres, con la cantidad de buenas actrices que hay en Catalunya.

CONSTANTE