Ayer leí en un periódico que la productora británica Future Films está averiguando quién interpretaría mejor el papel de María Callas en cine: Anne Hathaway o Penélope Cruz. Lo siento por la madrileña, pero puestos a elegir prefiero a Hathaway, porque es mucho más way y perfecta que Penélope, como mujer hermosa y como artista profesional.
El cine es considerado un arte, el séptimo para más señas, aunque se haya convertido en una industria y un negocio descarado, realizando la mayoría de las películas a base de subvenciones del erario público, sobre todo en España, donde la mayoría quiere chupar del vote sin trabajar ni merecerlo.
Personalmente me gustan mucho más las películas que protagonizó Hathaway que las que protagonizó Penélope. Ahora, tratándose de la tormentosa relación amorosa de Callas con Onassis, creo que si la actriz no está obligada a cantar, deberían elegir a Hathaway, porque se le parece mucho más físicamente y es mejor intérprete. Penélope ya nos demostró que lo suyo no es hacer playback, como en “Volver”, donde tuvo que oírse la maravillosa voz de preciosa Estrella Morente.
No hay nada peor en arte, que los promotores de una obra traten de engañar al público o que éste se deje engañar tontamente con una interpretación mediocre, como lo sería en este caso, si eligieran a Penélope; aunque luzca unos “maravillosos” pechos retocados quirúrgicamente.
Pero como esto es un negocio, los que dirigen el cotarro cinematográfico, casi siempre optan por el actor o la actriz que está en candelero, en la cima de su popularidad, aunque sea debido a la facilidad que demuestra para ser amada por todo bicho viviente. Lo que importa realmente es que venda la película en todo el mundo, como en la mayoría de las ocasiones.
Aunque en esta película lo más interesante es el argumento y el personaje, siendo coherentes, pienso que deberían optar por una actriz cantante consagrada, que cante en directo las canciones que popularizó María Callas. Esto sería lo lógico y siendo así, hasta yo iría a verla; pero si la interpreta Penélope, va a ver que no. Y no es que sea antipatriota, pero no me gusta que me den gato por liebre.
A Penélope le ocurre lo mismo que a mí en literatura, todos los que nos conocen, están esperando que realicemos nuestra obra maestra; pero creo que se van a quedar con los deseos en ambos casos, porque de donde no hay no se pueda sacar.
CONSTANTE
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Yo, en temas tan cultos de cine/marranas/marranos/putas/putos/macarras y demás cirugia de himenes retocados, tetorras plastificadas, vaginas ardientes de celulosa y semen de toro licuado con nata liquida, en este ambiente no entro.
ResponderEliminarEstarás de acuerdo conmigo en que hay que tocarle los huevos a todo el mundo, aunque en el caso de Penélope tenga ovarios. Ya hacía tiempo que le tenía ganas, porque es muy mala actriz y en cambio, otras mejores no triunfan porque no pasan por tantas camas.
ResponderEliminarUn saludo.
CONSTANTE