lunes, 7 de diciembre de 2009

Los pontoneros.

Menos mal que en España tenemos dos mesetas interminables, con superficies muy llanas, sino sería el país del mundo con más puentes. Pero somos los números uno en disfrutar de puentes festivos, como si los dieciocho millones de trabajadores fuésemos todos ingenieros de caminos.
Hace poco más de cuarenta años apenas se hablaba de vacaciones y mucho menos de puentes. En cambio ahora, hay una afición tan enorme por los días de descanso, que incluso muchísimos fantasmas solicitan créditos para viajar y disfrutar en aglomeraciones humanas multitudinarias y en agobiantes caravanas en carreteras o autopistas de peaje. Pero si no lo hicieran no podrían fanfarronear ante familiares, amistades y vecinos. ¿A quién quieren engañar, si todos nos conocemos?
Lo paradójico del tema es que la mayoría de los puentes como éste existen gracias a festividades religiosas, en un país donde cada vez se practica menos la religión impuesta por la Iglesia Católica y la Dictadura.
Siendo España el país en el que se paga más a los directivos de las empresas, no se entiende que éstas sean las menos productivas y competitivas, salvo excepciones como la fábrica de Figueruelas. Dije en otras ocasiones que estos lumbreras son los mejores para organizar todo tipo de orgías en sus desplazamientos fuera de su circunscripción, tratando de imitar a los políticos, y que si la productividad de las empresas dependiera de la voluntad de los trabajadores, seríamos los menos productivos del mundo; por eso no sé por qué se necesita tanto descanso.
Si no se dispone de tiempo y no puede perderse descansando, lo mejor es no cansarse y aprovecharlo para practicar otras actividades de ocio más placenteras, pero la productividad no debe rebajarse, bajo ningún concepto, si no queremos que nuestros empresarios trasladen sus industrias a países del Tercer Mundo, donde obtienen los mismos productos a mejor precio, con lo que ganan muchísimo más.
Como no hay bien que por mal no venga, con la crisis, al menos ya no es tan problemático reservar mesa en los restaurantes o en espectáculos. Algo se ha conseguido.
Vivan los puentes que sirven para unir a la humanidad en paz, en libertad y hacia el progreso social. Que estoy soñando. Lo sé. Soy así de ingenuo y qué le voy a hacer. Un abrazo fraternal y feliz puente.

CONSTANTE

4 comentarios:

  1. Pobrecito, cuanto sufres, como buen galleguiño para quien el trabajo es su VIDA. No hay que decir vivan los puentes, sino vivan los acueductos. Que más da, al final la misma miseria habrá, el potentado seguirá teniendo mas y el currito menos.

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  2. No puedo creer que alguien haya leído este comentario después de medianoche, a los pocos mitutos de ser escrito. Lo que no tengo claro es que el replicante me haya entendido, porque intento ser lo más conciso posible, incluso en temas que necesitarían un libro.
    Resumiento: España es el país de la chapuza y la improvisación, es poco productiva, le gusta demasiado la fiesta, es generalmente inculta, nadie se la toma en serio y así nos luce el pelo, haciendo el rídículo un día sí y otro también. Do you understund now?

    CONSTANTE

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  3. Que desconfiadiño eres galleguiño, asin a ningín sitio irás. El pueblo en su incultura es sabio en sus respuestas. Bo todiño es faenilla ben feta. hi ha coses mes importants, nenb.

    Aquesta vida que se nos escapa de entre los dedos, a fe mia, vive dios.

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  4. A estas alturas de la vida de poco podemos asustarnos. Un andaluz te dirá que su tierra, la tierra de Virgen Santísima es por supuesto la mejor tierra del mundo, donde mejor se vive y se bebe, donde si se trabaja poco mejor "pa" el currante y peor "pa" el zeñorito. (una gran filosofia a fe mia).
    Al pueblo lo ensena y lo condiciona sus próceres, si sus "amos" son amos el pueblo es y será pués eso, un esclavo camuflado. Ponle la parafernalia que quieras. Espartaco vió claro que el esclavo sólo tenía una meta, SER LIBRE por encima de las condicionantes culturales y las BONÍSIMAS ACCIONES del "AMO", eran los que hacían funcionar el IMPERIO, el imperio cayó y las formas se trocarón en otras maneras.

    Al pueblo hay que hacerle sentir que es diferente, pero que siga trabajaando las tierras del Señor.

    Antiguamente se instruía a la plebe con imágenes y bajorelieves, ahors mal se les intruye con formas torticeras y programas educativos "destrozacraneos" para evitar que el sentido de la crítica aflore de manera natural.

    En cada predio ya se encarga el mentor de turno de grabar a fuego las premisas necesarias para que la gente de un paisaje se conviertan en decoraivas formas de un paisanaje cultivado ad hoc de la casta dominante.

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