Democracia y hedonismo

Cuando llegó la democracia y la libertad a España, había unas leyes y unas normas que se cumplían. Después llegó el libertinaje y las leyes se fueron adecuando erróneamente para permitir la apertura de establecimientos toda la noche, ampliando los derechos de unos a divertirse en detrimento del derecho al descanso de la mayoría. Los mismos poderes públicos que han propiciado esta situación anómala, deberían ahora rectificar con contundencia y obligar a estos parásitos de la sociedad a respetar las leyes y al prójimo, que es quien les sustenta con sus impuestos.
Teniendo en cuenta las oportunidades que se les ofrecen hoy en día a todos los estudiantes, les recomendaría que estudiaran las mejores técnicas para tomar notas que permitan controlar mejor el tiempo y organizar adecuadamente la vida de estudiante
El sistema educativo actual ofrece a los estudiantes un amplio abanico de posibilidades para elegir lo que más les interesa, según sus aptitudes. Un cerebro activo debe estar preparado para escuchar y aprender a tomar notas de la mejor manera y recordar los datos importantes. Hay que aprender a pensar, a comprender y asimilar los hechos clave de cada asignatura, lo que es de vital importancia para desarrollar la capacidad de relacionar conceptos. Hay que distinguir los conceptos clave, los hechos importantes y las ideas principales de los temas a estudiar. Lo que ocurre es que sus contemporáneos en clase se limitan a hacerse los graciosos para ocultar sus pocas luces. Sólo espero y deseo que las niñas sean más conscientes que ellos y aprovechen el tiempo al máximo. La humanidad las necesita para salir del atolladero en que se encuentra.
El objetivo de la juventud actual es la búsqueda del placer inmediato y el disfrute personal. La cultura y la educación se han creado sobre la base de la disciplina y de la obligación, pero no tiene por qué ser así en adelante. En las sociedades dominantes, los instintos son reprimidos desde el nacimiento y los niños son educados en la ética negativa del “esto no se hace”. En las escuelas todo es obligatorio, desde la asistencia a clase hasta los programas y asignaturas, todo en un marco de control absoluto. Y este tipo de educación tradicional no aprovecha el gusto innato de los seres humanos hacia las cosas. Si se pusiera el acento sobre los gustos fundados en el placer y no sobre las normas, el aprendizaje sería mucho más rápido e infinitamente más intenso.
No se puede perder el tiempo viendo programas de televisión que no interesan para nada, ni chateando, ni enviando mensajes con los móviles, con los juegos para tontos de las vídeoconsolas o en tertulias nada interesantes. Por el contrario, se deben potenciar las actividades artísticas, culturales y deportivas, porque en un cuerpo sano no existen enfermedades físicas ni psicosomáticas.
Pero gracias al avance de las nuevas tecnologías, antes de que una innovación esté al alcance de todos los desgraciados, aparece otra, como en este caso el nuevo invento de Apple, que quiere revolucionar el mundo editorial. El iPad, que se enfoca a la lectura y al ocio multimedia transplanta el iPhone al portátil. Detrás de cada artilugio de Apple siempre hay una tienda virtual con un enorme catálogo. El dispositivo es táctil, muy fino, con potente batería y carente de teléfono, con lo que el libro electrónico seguirá siendo la estrella y el impacto de los anuncios de Apple revoluciona a sus competidores.
Lo peor del caso es que todas estas innovaciones las adquieren inmediatamente todos los que no saben qué hacer con el dinero que roban, después les siguen los pijos tontos que les quieren imitar y cuando la innovación comienza a estar al alcance de todos los pringados, sale otro invento y vuelta a empezar. Es como la historia interminable o como el pez que se muerde la cola. El caso es conseguir buenos negocios gracias a los ignorantes que se dejan engañar en esta maldita sociedad de consumo.

CONSTANTE