Este fin de semana estuve de picos pardos, de tertulias y reuniones y no me apetecía escribir; tampoco sabía a qué dedicar los comentarios, porque estuve desconectado de los medios de comunicación. Pero la tragedia de Haití es imposible que pase inadvertida y ahí vamos, aunque acabo de descubrir el comentario de mi amigo José, donde profundiza en el tema mucho más de lo que pueda hacer yo. Por eso tendré en cuenta otras consideraciones al respecto.
Yo soy de la opinión de que no se pueden pedir favores a los ricos, porque te miran con mala cara si lo haces. Ellos viven en su mundo con todas las comodidades y en unas fortalezas indestructibles, tanto si están construidas en zonas sísmicas como sino. Generalmente los pobres hacen sus casas y sus edificios como buenamente pueden y las autoridades se lo permiten porque les importa un bledo lo que les ocurra en casos como este. Parece que los pobres haitianos no tienen derecho a ser socorridos con toda urgencia y mueren de hambre y de sed, de enfermedades, con los huracanes e inundaciones, con los destructivos terremotos y finalmente de desesperación.
Hay centenares de ONGs trabajando a marchas forzadas para hacerles llegar la ayuda internacional y es una vergüenza que tengan tantos problemas para que llegue a todos los damnificados. En muchos otros lugares del globo, gran parte de esas ayudas se las quedan los mismos gobiernos para montar sus especulativos negocios y espero que en Haití no ocurra lo mismo.
Y ya que los gobiernos de esos míseros pueblos no exigen que las construcciones sean resistentes a las terremotos, debería haber un organismo internacional que lo exija, tal como lo hacen en España en las últimas décadas las mafias de de los colegios de arquitectos y aparejadores. Si no lo hicieran, en este país de la improvisación, la mayoría de las construcciones serían verdaderas chapuzas, excepto para los que pueden permitirse el lujo de pagar millones de euros por unas casas fantasmagóricas para impresionar a los desgraciados que se tienen que hipotecar como esclavos para toda vida. Menos mal que España no está en zona sísmica activa.
CONSTANTE
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Para mi amigo bloguero:
ResponderEliminarLeido en la prensa:
Haití, panorama dantesco
NO ha habido tragedia similar a la provocada por el terremoto de Haití, exceptuando las dos guerras mundiales y alguna otra, desde hace más de un siglo. Las estimaciones de la ONU cifran en 3.000.000 de personas sin alimentos y refugio. Los muertos, dicen, podrían llegar a 200.000 mil. Olor pestilente, insoportable, en el ambiente. La ayuda llega con cuentagotas. Lo que queda del aeropuerto de Puerto Príncipe es un maremágnum. No hay combustible para que los aviones que logran aterrizar puedan repostar y evacuar víctimas. Cifran en 50.000 los cadáveres enterrados. La ira y el pillaje se han adueñado de las calles. El panorama es dantesco. Existe el temor de posibles enfrentamientos entre distintas facciones haitianas. Los primeros tiroteos ya se han escuchado. Se masca la tensión. No hay lágrimas, nadie hace caso de los muertos. Los cuerpos sin vida sólo molestan, ocupan sitio en lo que queda de aceras, su hedor inmundo revuelve los estómagos vacíos, las moscas se amontonan en torno a ellos. Nadie pestañea cuando un camión de basura pasa por entre las ruinas triturando cadáveres como si fueran deshechos comunes. La tragedia es indescriptible. Haití necesita la ayuda que no termina de llegar.
A partir de aquí es mío:
Seguramente Dios estaba discutiendo con Munilla su situación en las vascongadas, se cabreo y sucedio lo que pasó. Porque ese dia el dios del que nos hablan, tenía otras cosas mas importantes que hacer.
Haiti se convertirá en un Protectorado Yanky, su ejercito no se irá porque las fuerzas intelectuales han muerto la mayoría y solo queda gente vukgar. Y si no al tiempo.
La ONG del exmusulman OBAMA con sus millones, y con sus dos expresidentes anteriores será la encargada de poner a punto el 53/54/55 estado de la Unión en pleno corazón del Caribe, al lado de los hermanos Castro.