Aznar, el aborto

Tal vez tendría que poner una y en lugar de la coma del título, pero ya está bien así.
Zapatero sigue en las nubes un día más y Rajoy en el pozo sin poder levantar cabeza. Está haciendo un ridículo descomunal, pero no le importa, porque no tiene vergüenza y se siente arropado por los votos inalterables de sus fanáticos y adictos.
Hace unos meses dije que después de las elecciones europeas pedirían elecciones anticipadas cada día como lo hizo Aznar a mediados de los 90, pero con lo que les está cayendo, está esperando a que escampe. Mientras tanto, Aznar está al acecho esperando a ver si le piden que vuelva para poner orden. Para empezar, mañana encabezará la manifestación contra la Ley del Aborto, sólo para hacer la puñeta. Durante los ocho años que gobernó él, abortaron medio millón de mujeres en España y no derogó la ley anterior, porque ya les iba bien y así no tenían que ir sus mujeres e hijas adolescentes a abortar a Londres, como antes de que existiera la ley, incluso en tiempos del virtuosísimo Caudillo.
Lo patético y lamentable es que en esta situación de corrupción generalizada en el PP, Rajoy no sea firme y no demuestre que tiene realmente el poder, como lo tenía el pequeño dictador que le señaló con el dedo para que le sustituyera. Parece mentira que el gran genio no se haya dado cuenta de que mi paisano es algo tonto y no haya señalado a Rato.
Si Rajoy no puede o no le dejan actuar contundentemente los varones de su partido, que parecen tener más poder que él, me pregunto qué podrá hacer si algún día llega al Gobierno, si es un títere en manos de impresentables como Camps.
Tenemos siempre los gobernantes que merecemos por no obligar a los partidos a elaborar listas abiertas, para elegir a las personas que realmente tienen ideas brillantes y son incorruptibles, que son pocas, pero las hay.

Después de ver la declaración de bienes de los miembros del Gobierno, que a nadie se le ocurra solidarizarse con los que dicen tener menos o que están hipotecados, porque la mayoría de los trabajadores tendremos unas pensiones mileuristas, mientras ellos las tendrán multiplicadas por cinco o seis de por vida, cuando el kilo de patatas vale lo mismo en Huelva que en Girona y lo mismo al rico que al pobre. No hay derecho, cuando se llenan la boca con lo de la igualdad de todos los españoles ante la Ley. ¡Y una mi…!

CONSTANTE