Rectificaciones.

Ayer me enteré de que lee mis comentarios más gente de lo que pensaba, pues me han corregido por teléfono que Pittsburgh se escribe así y no como lo escribí hace unos días. También, que el beneficio de una farmacia por la píldora del día después es de más de seis euros y puse un euro. Tiene razón el interpelador; estaría pensado en las tres mil pesetas y un tercio no es un euro, sino seis. Mi subconsciente me jugó una mala pasada, porque ese debería ser realmente el precio de la dichosa pildorita y no seis veces más. Ya dije que vale más que su peso en oro y que es uno de los negocios del siglo. Nos está bien empleado por tontos y por no saber educar a la juventud.
Lo que ocurre es que no dispongo de mucho tiempo y a veces ni corrijo los comentarios, pues sé que si algún día los editara tendría que hacerlo obligatoriamente. Lo siento. Perdón, por ser tan malo escribiendo.

CONSTANTE