Estatut de Catalunya

¡Verge Santa, mare de Déu!
¿Què serà de nosaltres,
sense Floquet de Neu
i ara en mans d’altres,
sense el Jordi Pujol
i al món de les lletres,
orfes de Martí i Pol?

Joan Ridao y otros parlamentarios catalanes redactaron la reforma del Estatut y fue aprobado por el Parlament. Después fue rebajado por el que quiere ser nuestro salvador, Artur Mas y Zapatero, a cambio de que éste le facilitara alcanzar la presidencia de la Generalitat al primero. Con lo que quitó las castañas del fuego a Zapatero y luego, ni chicha ni limonada. A pesar de todo, el pueblo catalán, con una gran voluntad de paz y armonía con los distintos pueblos del país, lo aprobó en referéndum.
Pero desde hace treinta años existe un instrumento de la derecha, llamado Tribunal Constitucional, para revisar todas las leyes progresistas propuestas por la izquierda y las que conciernen a Catalunya. Rara es la ley que no hayan recurrido ante el TC los distintos líderes del PP, poniendo palos a las ruedas para todo lo que sea avance social.
Es una vergüenza que el citado tribunal se tire más tres años para deliberar si nuestro Estatut es constitucional o no, cuando otros lo son, con el mismo articulado. ¿Cómo pueden ser tan poco productivos? ¿Es que no les pagan bien?
Hoy prácticamente todos los medios de comunicación catalanes se hacen eco de la editorial del Estatut, con la que están de acuerdo todos los partidos, excepto el PPC; mientras González Pons afirma que le produce inquietud la uniformidad de los diarios. Ya era hora, ante el despropósito que perjudica tanto a Catalunya y que dejen de estar divididos prácticamente al 50% como los ilustradísimos tertulianos, que no hacen más que criticar, en vez aportar ideas y colaborar en buscar soluciones a los problemas que han creado los políticos con su ineptitud.
Creo que si el TC declara inconstitucional el Estatut, la población catalana debería recurrir a la rebelión y a la desobediencia civil y no pagar los impuestos que son contabilizados en Madrid. Tenemos que reaccionar inmediatamente y con energía, antes de que nos sigan esquilmando descaradamente.
Como comencé con un poema publicado hace seis años en “Alice d’Anjou”, quiero terminar con otro que se me ocurrió hoy, como resumen del comentario:

Catalunya al día de hoy
sufre una gran bancarrota,
gracias a los de Rajoy;
que somos tontos, se nota,
porque bloqueó el Estatut
y encima se les vota,
incluso la juventud.
¡Increíble, parece idiota!

CONSTANTE