Triple vacuna

Sabía que Rajoy no iba a rectificar en la convención de Barcelona, en cuanto a los agravios que tiene en contra de Catalunya, tal como le sugerí en el comentario del sábado.
Encima lanzó la idea de apoyar al PSC el año próximo, como como lo hicieron en Euskadi. ¿A quién quiere engañar? Si todos le conocemos.
Por eso solicito que debemos vacunarnos contra Rajoy y los males del PP, porque lo de la unidad conseguida ayer no se lo creen ni ellos; sino que se lo pregunten a Esperancita y a José Mari, que no estuvieron aclamándole. Por su parte, el modelo de los trajes y Rita prefirieron estar lamiéndole el culete al dueño de Ferrari, que para eso le subvencionaron con muchos millones de euros. Por todo ello, Rajoy sigue siendo un candidato con pies de barro, al que le siguen moviendo la silla y además, no tiene ninguna idea clara para salir de la crisis, como no sea cumplir los deseos de la explotadora patronal y la usurera banca, que ya sabemos cuales son.

También debemos vacunarnos contra la vacuna de la gripe A, que comenzó hoy, y negarnos rotundamente, porque las multinacionales del Tamiflú ya han hecho el negocio del año y ya les importa un bledo que la población las utilice o no. Esta gripe es más benigna que la gripe normal y es peor el remedio que la enfermedad; pero si somos hipocondríacos no tenemos cura posible y así nos va con tanta manipulación por parte de los medios de comunicación e instituciones interesadas.

Otra vacuna imprescindible es contra individuos como Maradona. La FIFA le castigó con dos meses de suspensión y unos cuantos euros de multa por la parida que dijo. ¿Qué esperaban de un hombre que es más corto que las mangas de un chaleco y no conoce los significados de educación, cultura o dignidad? ¿Cómo es posible que los argentinos, considerándose a sí mismos los ciudadanos más interesantes del sur del continente americano, no tengan nada mejor que ofrecer a su fanática afición futbolera ni al mundo, y encima le consideren un dios, cuando saben que el único dios que existe hoy en día es el maldito dinero? Y los que sólo piensan en él, son una maldición y una lacra para la sociedad. ¿O no?

CONSTANTE