El 18 de diciembre de 1974 con la resolución de la Asamblea General de la ONU, se establecieron las siguientes reivindicaciones para el Año Internacional de la Mujer en 1975, bajo el lema “igualdad de derechos, desarrollo y paz”: reivindicación de la igualdad de derechos entre el hombre y la mujer, implicación total de la mujer especialmente en lo que se refiere a su responsabilidad y a su protagonismo en el desarrollo económico, social y cultural a nivel regional, estatal e internacional; reconocimiento de la creciente participación de las mujeres en el desarrollo de las relaciones amistosas y de cooperación entre los estados, en la consolidación de la paz mundial.
Uno de los objetivos prioritarios de la acción de la ONU era la mejora de la mujer en el Tercer Mundo, donde aún no existen garantías de respeto a sus derechos fundamentales ni el reconocimiento de su condición humana. Pero a pesar de este reconocimiento hacia su emancipación, en los países industrializados las mujeres habían de luchar principalmente para que sus derechos fuesen considerados y su condición social experimentase una mejora. En países en vías de desarrollo debían introducirse medidas para cambiar la situación económica y social y, a través de ella, la situación de la mujer. Para lograr todo ello era necesario disminuir el crecimiento de la población, como lo intentaron en China, y limitar en lo posible la pobreza, la malnutrición, el hambre y las enfermedades, además de luchar contra el analfabetismo.
Pero en España, que era y todavía sigue siendo diferente, las mujeres hasta 1910 no podían ir a la universidad, ni tuvieron derecho al voto hasta la II República a principios de los años 30, y como los hombres machistas eran reacios a cambiar de actitud, fueron necesarias leyes como la del divorcio para colocar a cada uno en el lugar que merece y que las mujeres puedan vivir libres sin depender del padre o del marido.
La familia y el matrimonio son fundamentales para la buena marcha de la sociedad, pero no se puede tolerar que uno de sus miembros le haga la vida imposible al otro y deben comenzar de nuevo sin complicarse la vida mutuamente, pero el problema radica en que la mayoría de las ocasiones la justicia favorece descaradamente a las mujeres, en compensación por haber estado siempre tan discriminadas, conduciendo a muchos hombres poco evolucionados a reaccionar negativamente y amarguen o le quiten la vida a tantas mujeres con la llamada violencia doméstica.
Hay quien dice que la mayoría de las mujeres son muy interesadas y que cuando van a la caza de un hombre, van a ver qué le pueden sacar. En cambio, nosotros vamos a ver si se la podemos meter, sin pensar en otra cosa. Creo que la vida en el mundo sin mujeres sería imposible o muy aburrida, sobre todo si la mayoría fuesen como la impresentable y ambiciosa modelo Esperanza Aguirre. Por eso propongo que este día sea denominado el Día de todas las santas.
CONSTANTE
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Más información en http://www.irisfanclub.com