La España de las subvenciones

España es un país que no puede vivir sin subvenciones. Las asociaciones solicitan subvenciones para todo a ayuntamientos, diputaciones, consejerías autonómicas, ministerios y a la UE; pues sin ellas es imposible que puedan realizar nada que valga la pena. Así cualquiera puede realizar actividades culturales, deportivas, artísticas, etcétera.
En España incluso se subvencionan películas que se sabe que nunca serán proyectadas al público en cines que están invadidos por películas americanas. Y no me extraña, dado el poco talento que existe en este país en la creación cinematográfica.
Estos días nos llamó al orden la UE por las irregularidades cometidas en las subvenciones que nos concedieron en los últimos años y las suspenden de momento para el cine.
A mí me gustó mucho el cine en mi juventud, porque prácticamente no había otra cosa para divertirse, pero hace diez años que casi no voy y me siguen surgiendo muchísimas ideas para guiones o novelas.
Mi mejor amigo, que ya ha realizado varias películas con mucha imaginación y sin presupuesto, como no tiene trabajo estos días, quiere regresar a su país natal. Por eso se me ocurrió la idea de realizar una película para que tenga un aliciente para quedarse, pero para proponérsela, antes debía contar con una chiquilla joven que interpretara un papel dramático impresionante. Cuando la encontré y se lo propuse, casi se volvió loca de alegría y aceptó encantada. Pero al día siguiente le expliqué el guión a un buen amigo abogado y me dijo que esa película no se podrá realizar nunca, porque en España la Ley de Protección del Menor no permite que una chiquilla de 16 años realice un papel tan real como la vida misma. Cuando le dije que tenía la autorización de sus padres, me dijo que aunque se emancipara de ellos, la ley no permitiría realizarla sin complicarle la vida al director y al productor. Cuando me dijo que no había forma posible de conseguir mi sueño, llegué a la conclusión de que seguiremos siendo el país de la chapuza, de la mediocridad y la improvisación. Lo siento, pero es lo que hay; but I never sorrender.

CONSTANTE