4 de julio

Hoy es la Fiesta Nacional de los Estados Unidos de América. Uno de los países más grandes del mundo, la potencia económica más grande y paradógicamente el país donde hay más de 50 millones de pobres y 15 millones de parados, el país que más despilfarra en lo que no debe, como guerras, en conquista espacial, en parafernalias y celebraciones; el país que más contamina, el país que se jacta de ser el más demócrata del mundo y que algunas veces propició dictaduras en aquel continente para poner freno a la expansión del comunismo; eso sí, siempre que representara un negocio para ellos.
Ellos, que dicen ser los que propician la implantación de las democracias en todo el mundo y son los guardianes globales del mismo, incluso cuando no se les llama, ¿por qué permiten estos días que el presidente de Honduras ande deambulando por distintos países sin poder volver a su país a ejercer su cometido? Saben que la ONU no tiene poder y deberían actuar ellos, como en otras ocasiones, pero en Honduras no hay petróleo ni otros intereses económicos o estratégicos.
Los países sudamericanos fueron siempre caldo de cultivo para los golpes militares, como lo era la madre patria al principio del restablecimiento de la democracia hace tan sólo un cuarto de siglo. Recuerdo tantos golpes de estado en todo el mundo, que tengo la sensación de que los militares tienen una fiebre especial y enfermiza por el poder. Dicen que los gobiernos electos son muy corruptos y que no hacen nada por sus pueblos. Pero estoy seguro que si algún dictador demostrara a su pueblo que él es incorrupto e intachable y gobernara realmente para el pueblo indefenso y desahuciado, podría perpetuarse en el poder; pero no caerá esa breva, porque son siempre peores y más corruptos que los que quieren sustituir.
¿Qué tendrá el dinero, que todo el mundo está dispuesto a trabajar por él y qué tendrá el poder que todos desean tenerlo? Como suelen decir en Sudamérica: “El pueblo unido, jamás será vencido”. Y para terminar me pregunto, ¿tan estúpidos somos que nos dejamos avasallar por prepotentes dictadores y por los especuladores que se quieren apoderar de todas las riquezas del mundo? Si no reaccionamos ante tanta injusticia, ¡que nos vayan dando!

CONSTANTE