Mas-Montilla

Durante la Transición, los relativamente jóvenes políticos catalanes, pertenecientes a las familias más acomodadas de Barcelona y Catalunya, se repartieron las cúpulas de los partidos políticos, desde la extrema derecha hasta la extrema izquierda. Pero los años fueron pasando y nuestros salvadores fueron pasando a la historia. Uno de los últimos representantes de las familias citadas fue Pasqual Maragall, que tiene en su haber el atreverse a reformar el Estatut devaluado en Madrid por el heredero del nacionalismo catalán y por haber perdido el sobretítulo de Molt Honorable President.
Hasta ayer la Oposición estaba en contra del nuevo sistema de financiación, pero hoy ya han tragado, lo mismo que Mas, que protestaba enérgicamente y ya está más o menos de acuerdo, proponiendo un cara a cara con Montilla la semana próxima. Y yo le digo al señor o compañero Montilla, que acabe con él, por favor; porque es un chulo al que se lo han dado todo hecho y no merece ser President.
La única vez que tuve la oportunidad de hablar con el ahora President, hace ya siete años, tuve la sensación de que estaba hablando con la pared y quedé un poco decepcionado. Pero puestos a elegir, prefiero tener en la presidencia de la Generalitat un hombre considerado charnego y que no se perpetúen en el poder los mismos de siempre. Lo único que le pido hoy al President es que elimine del mundo de la política a todos los inútiles, que nos están arruinando y que dedique sus esfuerzos a ayudar a cerca del 30% de la población que lo está pasando realmente mal, o tendremos que retornar a las tierras de las que hemos huido. Tantos años esquilmando Catalunya nos costará muchos años de sacrificios. A partir de ahora, que no se malgasten los millones en tonterías que no sirven para nada y que no se los queden los especuladores ni los buitres carroñeros. También podrían eliminar los peajes de las autopistas, que ya llevan cuarenta años de explotación. ¡Ya está bien!

CONSTANTE