5.000 millones

Leí en un periódico digital los tropocientos mil millones que recibirá Catalunya de aquí al 2012. ¡Qué Ilusión! Pero cuando pienso que gran parte de ese dinero lo van a malgastar, me entra la mala llet.
Todos sabemos que en las obras públicas que promueve la administración se pierden miles de millones y a veces los que las realizan no cobran o lo hacen muy tarde. No hay derecho. ¿A dónde va el dinero? No lo digo, porque todos lo sabemos.
En Catalunya nos quejamos, con razón, de la discriminación que estamos sufriendo con respecto a otras regiones privilegiadas como Navarra y Euskadi y otras que partían de una situación mucho peor y hoy ya nos han superado en nivel de bienestar, gracias a las aportaciones de Catalunya a las arcas del Estado. Me temo que ni con la nueva financiación mejoraremos demasiado, visto como funciona nuestra administración.
Podrían tomar nota de lo que hacen en otras autonomías, como por ejemplo, proporcionar libros gratis a los alumnos de Primaria y Secundaria de todas las familias que no llegan a fin de mes. Cada año veo los números que han de hacer para afrontar ese gasto que ronda los 200 € en libros de texto; libros que cambian casi cada año, para que las mafias de las editoriales y las distribuidoras sigan forrándose.
Aunque tuviésemos un millón de alumnos, se solventaría el problema con unos cuantos millones. Millones que se podrían ahorrar eliminando parte de la publicidad institucional absurda. Digo absurda, pues si se hicieran las cosas bien, los ciudadanos lo veríamos, porque no somos tontos, aunque lo parezcamos, y así el dinero malgastado se podría dedicar a cosas más interesantes y necesarias.
Sigo insistiendo que habría que rebajar a la mitad la cantidad de políticos inútiles, consejeros, asesores y enchufados, así como sus sueldos; sólo entonces habría dinero para todo y la juventud no tendría que hipotecarse para toda la vida.

CONSTANTE