Violación de menores

Se dice que ojos que no ven, corazón que no siente; pero de vez en cuando uno tiene que perder un poco de tiempo delante del televisor para informarse de lo que ocurre en España y en el mundo. En tiempos de crisis, casi todas las noticias son desagradables y es mejor no enterarse de nada para no quedar indignado y frustrado.
Este fin de semana hubo dos violaciones más a menores en Andalucía, por parte de menores de edad, que son inimputables para la Justicia. Pero, ¿en qué país vivimos? ¿Es que nuestros jóvenes sólo tienen derechos y pueden violar, matar, maltratar a sus padres, compañeros y profesores sin el menor remordimiento? Hasta aquí podríamos llegar.
Muchos chicos adolescentes son tontos, pero no tanto, para saber que hagan lo que hagan, no les van a castigar. Así no se puede continuar. El que la hace la debe pagar o estamos perdidos.
Me costa que hay muchas familias que están sufriendo lo indecible por ser víctimas sus hijas de crueles violaciones y asesinatos, como los de Sandra Palo y Marta del Castillo.
¿A qué está esperando el Gobierno y el poder legislativo para cambiar las leyes y endurecer el Código Penal, para que los menores tontos e irresponsables no queden impunes? ¿Cómo se pueden malgastar miles de millones en el caso de la búsqueda de Marta sin hacerle cantar a esos mocosos sinvergüenzas, mentirosos y maleducados? ¿Y cuántos millones de firmas de ciudadanos tienen que recoger sus padres para presionar al Congreso para cambiar las leyes?
Últimamente solicité en distintos comentarios que se deberían eliminar los parlamentos autonómicos, porque el gasto que ocasionan al Estado es insostenible en tiempos de recesión, pero si el Congreso tampoco nos soluciona los problemas y sólo sirve para que nuestros representantes vivan como maharajaes, con sus sueldos astronómicos y sus interminables vacaciones, me pregunto si tendrán razón los que echan de menos a Franco, cuando la chulería y la delincuencia se pagaba bien cara.
Señor Zapatero, suerte tiene usted de que tiene enfrente un impresentable y tal como van las cosas del caso Gürtel, creo que no tendrá problemas para continuar engañándonos, porque más vale malo conocido que bueno por conocer.
Aprovecho la denuncia de este comentario, para adjuntar a continuación una carta que le dediqué a Sandra Palo en un foro hace unos meses.

CONSTANTE