sábado, 11 de abril de 2009

Catástrofes

Después de ver el sufrimiento del pueblo italiano tras el terremoto que asoló el centro del país, recuerdo las catástrofes naturales que han castigado a la Humanidad a lo largo de la historia. Es terrorífico ver como estas tragedias afectan mayoritariamente a los pobres; porque desde que existe el hormigón armado, los ricos ya se encargan de construir sus mansiones en los territorios sísmicos de manera que ni se enteren. ¿Para qué están los controles gubernamentales y no exigen casas seguras?
La Tierra es como un ente vivo que necesita sus válvulas de escape, los volcanes. Sus placas tectónicas se separan o chocan provocando terremotos, en los que ya murieron millones de pobres y son imposibles de controlar por el hombre. Pero hay otro tipo de catástrofes naturales que también producen grandes pérdidas y mucho dolor: incendios, inundaciones, maremotos, huracanes, olas de calor y frío. Lo que me fastidia es que gran parte de estas catástrofes últimamente se deban al cambio climático provocado por la contaminación del medio ambiente, que enriquece a unos pocos ambiciosos en detrimento de la mayoría.
Pero lo peor de todo, las tragedias más grandes de la Humanidad son las guerras provocadas por los hombres para enriquecerse, tanto los fabricantes de armamento como los que las declaran. Ya han muerto millones de pobres como carne de cañón y espero que cuando los dirigentes de las grandes potencias se vean tentados a masacrar a algún país, únicamente por sus intereses estratégicos o comerciales, todo el mundo vuelva a manifestarse en contra, como lo hicimos hace seis años ante la inminente masacre de Iraq, aunque no haya servido para nada, porque Bush hizo lo que le interesó a los suyos, saltándose a la torera todas las resoluciones de la ONU. Si todo el mundo dejara de consumir productos de las potencias invasoras, se lo pensarían un poco. Y esto sí que es fácil de realizar.
Volviendo al principio, lamento que nuestros primos hermanos latinos, los italianos, más bien primaveras, hayan elegido por mayoría absoluta por tercera vez al hombre más rico del país, para que les gobierne y se encuentren con que los damnificados del terremoto de los años 80 en el sur del país, aún sigan viviendo en barracones. ¿Por qué somos tan sadomasoquistas y lo consentimos todo?

CONSTANTE

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