Sabemos que la mayoría de las organizaciones de todo el mundo funcionan como verdaderas mafias y siempre tienen al frente líderes más o menos impresentables y discutibles. Hay gente tan inútil, que no ha soñado nunca con llegar a la cúpula de ninguna institución y otros que sí lo sueñan, pero como algo inalcanzable. También sabemos que en muchos de esos casos si llegan a la cumbre es porque alguien les ha señalado con el dedo y luego se lo creen, pensando que son los mejores. En España tenemos ejemplos conocidos de todo tipo y sabemos que si en vez de haberles elegido a ellos para aspirar a lo más alto de un estamento político o económico, hubieran elegido a otros, serían otros los considerados cracks. Y eso funciona así en todos los ámbitos, especialmente en política, multinacionales y compañías de servicios, cuyos dirigentes ganan millones de € al año; millones que salen del sudor de los sufridos consumidores.
Lo curioso del caso es que esos hombrecillos son tan patéticos que con el tiempo se lo llegan a creer y se comportan como si todos le debiéramos la vida y ellos nos la tuvieran que perdonar. Cuando llegan a la cumbre son tan adulados por sus lameculos, que se creen dioses y cuando al fin desaparecen del panorama, siguen dando por saco, como si pensaran que no podemos vivir sin ellos y les echásemos de menos. Alguno se permite decir que ya no hay líderes que sepan tomar decisiones, cuando las que él tomó fueron bastante polémicas, desafortunadas y rechazadas por la mayoría de los españoles. No necesitamos líderes ni salvadores de esa calaña.
Obama es otra historia. Estados Unidos necesitaba un líder en quien confiar y le han elegido para que les quite las castañas del fuego, después de los desmanes que cometieron casi todos los presidente blancos, sobre todo el último y gran firmador de penas de muerte. A ver quién es ahora el guapo que le lleva la contraria a Obama en la primera fase de su mandato. Ni siquiera se atreven a hacerlo el superinteligente y egocéntrico Sarkozy, ni el bufón Berlusconi, ni el machote Chávez en Venezuela; quien le dijo que quería ser su amigo. No está mal para empezar y más vale tarde que nunca.
Cuando Obama anunció el inicio del plan que tiene previsto para el desbloqueo del embargo a la isla de Cuba, el moribundo que va a ser muy pronto el más rico del cementerio en La Habana, dijo que no necesitaban limosnas de nadie. Él y los suyos no, porque se han apoderado de casi todas las riquezas de la isla, pero el resto del pueblo cubano lleva cincuenta años deseando que desaparezca para poder respirar en libertad y aspirar a una vida mejor. Visto el éxito de Obama en la Cumbre Americana, ya Raúl Castro dijo que está dispuesto a hablar con él de todo, todo y todo.
¡Por fin, ya era hora! Comienza la cuenta atrás para la isla hermana del Caribe. Que sea enhorabuena y no tenga vuelta atrás.
CONSTANTE
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