Historia de un fantasma

El los años 80 un aspirante a presidir la Junta de Castilla-León se querelló contra el presidente electo para que dimitiera y poder entrar él por la puerta grande.
Años después el procesado quedó absuelto, pero el daño ya estaba hecho y pasó al ostracismo. En cambio, el fantasma egocéntrico que incluso estaba en contra de la Constitución en su día, como había sido el primero que había ganado unas elecciones a los “socialistos” desde el desmoronamiento de la UCD, fue señalado por Fraga para sustituirle, porque ni él ni Hernández Mancha habrían podido con Felipe.
Como a la tercera va la vencida, después de la conspiración contra Felipe, por culpa de los casos de corrupción, llegó a creerse el salvador del país, cuando la economía ya funcionaba gracias a las últimas estrategias de Solbes y a las multimillonarias subvenciones europeas.
La familia llamada a vivir en La Moncloa iba de humilde y decía que no le apetecía, por si no ganaban las elecciones. Pero ya instalados en la gloria, estaba un anochecer la esposa en un balcón, recreando la mirada en los jardines, cuando vio un fantasma paseando alegremente. Se asustó, miró atrás y le gritó a su hijito:
-Cariño, mira si está tu padre en el despacho.
Con el fracaso del PSOE debido a la tontería de las primarias, obtuvo mayoría absoluta en el 2000 y se creyó el rey del mambo. Quería salir por la puerta grande como los toreros, pero con sus tics dictatoriales lo echó todo a perder. Suerte tiene el sucesor que él mismo eligió de que sus diez millones de votantes le son fieles, a pesar de que sean los más correosos corruptos.
Durante los últimos cinco años es como el Guadiana, que aparece y desaparece, para tantear si aún le echan de menos. Se cree el número 1 y le gustaría que le aclamaran como a Franco en la Plaza de Oriente de Madrid el 1 de octubre.
Hace dos días se reunió con los miembros de su primer gobierno, desplegando la cola como los pavos reales, diciendo: aquí estamos nosotros dispuestos a salvar al país una vez más, eclipsando totalmente a Rajoy. Uno de los ex ministros es el que encabeza la lista de las elecciones europeas y nos habló de renovación. Para renovación podían haber puesto a Fraga como hace cuatro años en Galicia; en Europa ganaría más y podría llegar a ser pronto el más rico del cementerio.
Después de estar un día desconectado de las noticias, cuando hoy leí, digo bien, leí en la televisión. “Yo sé cómo salir de la crisis”, me indigné, porque hay más de la mitad de los españoles que le creen y con esa gentuza, que sólo piensa en enriquecer aún más a los que ya no saben que hacer con tanto dinero, estamos perdidos. Me hizo gracia la frase, porque es todo lo contrario de lo que ya expliqué en uno de mis comentarios anteriores. Lo que ocurre es que a mí, de momento sólo me leen dos o tres amigos, que yo sepa, y ya puedo predicar todo lo que quiera, porque no sirve para nada.

CONSTANTE