Otra vez OT

Cada día que pasa estoy más harto de las televisiones de este país.
En este momento hay, sin exagerar, cientos de miles de adolescentes que se duermen en clase porque anoche han estado viendo OT hasta la madrugada. Los jóvenes deben dormir al menos ocho horas diarias si queremos que respondan en sus estudios y otras actividades, pero así es imposible.
Pues bien: no sé si este país no tiene arreglo, si es ingobernable o los que nos gobiernan son inútiles, por eso pregunto:
¿Por qué se permite emitir un programa tan aberrante para adolescentes a esas horas?
¿Por qué no se emite antes de las 21 horas o el fin de semana, coincidiendo con las horas del botellón, para que permanezcan controlados en casa?
¿Por qué se permite que unos señores catalanes se forren gracias a las llamadas de teléfono y mensajes, a pesar de ser el programa que abusa más de la publicidad? Con razón los ignorantes del resto del país dicen que los catalanes nos lo queremos quedar todo. Estoy seguro que los hijos de la clase pudiente ni se enteran de que existe ese bodrio de espacio televisivo.
¿Por qué el protagonista principal tiene que ser obligatoriamente un homosexual o una chica con pechos de silicona en otro tipo de programas? En televisiones de países como el Reino Unido hay presentadores de todas las edades y siempre el más adecuado para cada programa. ¿Por qué aquí no?
¿Qué hace una señora especial como Coco Comín al lado del rey del pollo frito, una tontaina y un engreído que va de listo y no se entera de nada al hacer sus calificaciones?
¿Por qué cada año que pasa va bajando el nivel de los artistas y no aparecen voces extraordinarias como la de Susan Boyle? Sabiendo que hay cientos o miles en todo el país.
Por mucho que sueñen despiertos los pijitos seleccionados y las niñas preciosas, supermaquilladas y ataviadas, al final todo se queda en frustración, porque hay demasiada competencia en el mundo de la música y es imposible que triunfen todos, excepto uno o dos casos en los últimos años.
Programas como ese deberían realizarse siempre, pero no como negocio, sino para descubrir y dar la oportunidad a artistas con talento, para que no sean siempre los mismos y los hijos de los famosos los que chupan del bote.
Señores del Gobierno, a ver si espabiláis y ponéis orden en este caos o estamos perdidos, comenzando por el comecocos de los medios de comunicación, que en vez de aleccionar, aborregan. Mucho volar en el ave, pero el tren se quedó sin frenos y no hay quien lo pare. A ver si se anima el lumbreras Aznar y nos mete en vereda. ¿Os lo imagináis otra vez?

CONSTANTE